El país de los 6 millones de parados en busca de los Juegos Olímpicos

Parece mentira, una broma macabra del Gobierno de España. Pero la broma sigue. El goberno cifra en 1670 millones de euros el coste de los Juegos Olímpicos que está empeñado a realizar en Madrid. Y aunque las cifras marean, en la situación de crisis que padecemos donde no hay dinero ni para sufragar el autobús del colegio, la cifra que el gobierno presenta parece ridícula en comparación con las de Londres y Atenas, anfitriones precedentes al Madrid de los JJ OO en el entorno europeo.

En éste país de recortes donde se aconseja la austeridad, nuestros gobernantes están dispuestos a gastarse toda esa fortuna -o aún más, si fuera necesario (cualquier exceso en el presupuesto  real caerá como es de  temer sobre los contribuyentes), algo harto habitual en estas prácticas.

El ejemplo de Londres, el más cercano, y con el que nuestros mandatarios quieren medirse, estaba inicialmente presupuestado en 2.900 millones de euros, bastante más que el de Madrid, pero acabó costando 11.448 millones de euros -algunas fuentes dicen que incluso podría haber llegado a alcanzar 5 veces el presupuesto inicialmente considerado y eso sin contar los dispositivos de seguridad que conllevaron la movilización de miles de soldados bien equipados. Un estudio encargado por Visa (patrocinadora de los Juegos) evaluó en 1.140 millones de libras el aumento de actividad económica durante los JJOO de Londres y en 750 millones el incremento del consumo. Más importantes son los efectos en los años posteriores. El estudio afirma que entre 2012 y 2015 el estímulo total para la economía ocasionado por los Juegos llegará a los 5.100 millones de libras.Como se ve, bastante lejos de la inversión realizada. Tampoco fue un buen año para los turistas que se acercaron a la capital londinense en menor medida que en años anteriores, prefiriendo evitar el ajetreo de los Juegos. Hecho que llevó a quejarse a operadores turísticos y responsables de  atracciones turísticas por la caída ese verano de su volumen de negocio.

El ejemplo de Atenas, el anterior precedente europeo debe cuando menos alarmarnos.El coste inicial de Atenas 2004 fue de 4.600 millones de euros. El definitivo alcanzó los 7.000 millones, pero en realidad tuvo que ser mucho mayor  dada la opacidad de los presupuestos oficiales  que no consideraron muchas de las partidas de gasto. En Grecia, varias estimaciones indican que hubo un crecimiento extra del PIB del 1,5% en los siete años anteriores a los Juegos. Todo eso desapareció inmediatamente después, como también ocurrió con decenas de miles de puestos de trabajo.

España vive en la actualidad su situación más comprometida desde la guerra civil y la postguerra consiguiente,: Tiene más de seis millones de parados; las huelgas se suceden en educación, justicia, sanidad, etc; los derechos de los trabajadores son  sistemáticamente recortados; la edad de jubilación se ve incrementada a los 67 años (por la "imposibilidad de soportar  jubilaciones tan largas"); se destruyen empleos públicos; se  recortan los sueldos de los empleados públicos y se dejan de revalorizar las pensiones con el IPC. La ola de impunidad en la clase política y los vochornosos indultos  de los últimos tiempos no hacen nada por calmar el descontento social.Se nos dice que no es tiempo para  huelgas generales  o que expresar en la calle el descontento social afecta a la marca "España" y es perjudicial para la economía. Sin  embargo, nuestros cuestionables dirigentes ven maduro el momento para realizar los fastuosos Juegos Olçimpicos, como en los tiempos de vacas gordas. Debe ser que están dispuestos a ordeñarla hasta que sus ubres se sequen del todo.


Fuente: El Diario.es