"Una frase que está siendo utilizada machaconamente por los defensores de los recortes de gastos públicos sociales es que éstos son inevitables y necesarios. Argumentan que, consecuencia de la presión de los mercados, hay que equilibrar las cuentas del Estado y ello exige los recortes de gasto público, incluyendo el gasto público social. Esta postura se ha ido reproduciendo en los mayores medios de información, de manera tal que se ha convertido en la sabiduría convencional del país.
Es fácil de mostrar, sin embargo, que tal postura es profundamente errónea. Basta mirar los datos para ver que es insostenible. Analizando el presupuesto presentado por el gobierno español, se puede ver que había otras alternativas a recortar los gastos públicos sociales, que serían mucho más populares que los recortes que el gobierno está realizando y que, sin embargo, no se hicieron.
Así, el gobierno Zapatero ha congelado las pensiones de vejez, a fin de conseguir un ahorro de 1.500 millones de euros, con los cuales poder reducir el déficit público del estado y así equilibrar las cuentas. Si se mira el capítulo de defensa (gastos militares) del presupuesto, puede verse que esta cantidad es aproximadamente igual al capítulo “nuevas inversiones militares” que incluyen, entre otras medidas, la compra de 24 helicópteros de combate llamados Tigres. Estas inversiones podrían anularse y transferir los fondos a mantener las pensiones de vejez (que están, por cierto, entre las más bajas de los países de la Eurozona). No hay duda de que la mayoría de la ciudadanía sería más favorable a recortar gastos militares que gastos sociales. Otro capítulo, dentro del gasto militar, que consume una cantidad de euros semejante al recorte de pensiones, es el gasto de mantener las tropas en Afganistán, Líbano y Somalia, gastos que la población española ya ha indicado, a través de encuestas, que desfavorece.
Otro ejemplo. Uno de los servicios sociales más populares y necesarios, los servicios domiciliarios a personas dependientes con dependencias, ha sido recortado sustancialmente, eliminando de su presupuesto 600 millones de euros, una cifra más que respetable. Pues bien, si se mira el presupuesto, se ve que ésta es la misma cantidad que el Estado supuestamente aconfesional español se gasta en salarios a profesores que dan clases de religión católica en las escuelas públicas y privadas concertadas. Dudo que si se hubiera preguntado a la ciudadanía qué hubiera preferido recortar, hubiera escogido lo segundo –pagar los salarios de los profesores de religión católica- sobre lo primero, es decir sobre los servicios a las personas con dependencia.
Estos son dos ejemplos que muestran que había alternativas a los recortes de gasto público social. El hecho de que no se hicieran es que la Iglesia y el Ejército son más poderosos en España que los pensionistas y las personas con dependencias. "...
Extracto del artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista digital SISTEMA, 9 de septiembre de 2011
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